En sus cuatro años de operación, la empresa ha instalado estos equipos con energía renovable que reemplazan a los generadores que usan combustión a diésel en el rubro minero, ayudando a mitigar la huella de carbono en más de 24.000 toneladas de CO2 equivalente. Además, cuentan con el SolBox, un generador solar para ser utilizado al interior de las casas. Actualmente tienen 2000 clientes y alistan su expansión al mercado latinoamericano. Además, quieren llegar a África con este producto.
En 2019, Jordan Butler y Camila Svec notaron que las energías limpias no estaban accediendo con tanta naturalidad a la industria de la minería, y que les costaba mucho poder utilizarla. Ese mismo tuvieron la chance de hablar con un representante de la gran minería, y de inmediato cranearon una solución en la electrónica para tener continuidad operacional empleando energías limpias y renovables.
Así, desarrollaron torres de iluminación alimentadas de energía solar que se usan tanto en la minería como en la construcción. Emitieron su primera orden de compra a Codelco, ese mismo 2019.
“Desde que era chico tenía ganas de hacer algo que pudiera impactar la vida de las personas, de mejorar la vida para todos”, comenta Butler, cofundador y CEO de Cleanlight, la empresa detrás de estas torres de iluminación solares que reemplazan a los generadores en base a combustión diésel, lo que representa un ahorro de 24 mil toneladas de carbono equivalente que se emite a la atmósfera.
Actualmente, Cleanlight trabaja con casi todo el espectro de la minería en torres de iluminación solares, alcanzando cerca de 2.000 clientes. “Estamos en todas las faenas importantes de Chile”, acota Butler, quien explica cómo funciona cada uno de estos implementos.
“Es como un remolque que tiene un mástil, en el cual hay equipos de comunicación, antenas para internet y que tiene una base de paneles solares y baterías”, complementa el CEO de Cleanlight. Las torres son capaces de producir hasta 25.000 w/h de energía al día, con lo cual entregan una autonomía de cuatro días. “Si hubiera un eclipse que durara cuatro días, nuestros equipos seguirían funcionando”, asegura Butler, quien aclara que estos equipos funcionan en operaciones externas, no en minas subterráneas, por ejemplo, ya que no tienen posibilidad de cargarse con el sol.
Fuente: País Circular